Formación de élites y Educación Superior (s. XVI-XXI)

Formación de élites y Educación Superior (s. XVI-XXI)

X Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación Latinoamericana (C.I.H.E.L.A)

(Salamanca, 4, 5, 6 y 7 de julio de 2012)

Cartel CIHELALa formación de los grupos dirigentes en sus dimensiones ideológica y técnica ha sido una preocupación central de imperios y sociedades democráticas, de todo tipo de sociedades. Por ello nacen de forma tan temprana las universidades y otros centros de educación superior, en Europa y también en América, y por ello se convierten en uno de los primeros ámbitos de interés político y educativo. La explicación histórica de este proceso que camina desde un modelo de institución elitista, a otro de estilo democrático, con los rasgos peculiares que ofrecen las sociedades iberoamericanas, es el centro de estudio de esta actividad científica.

Pero no se trata solamente de ofrecer un tipo de análisis centrado en los aspectos organizativos, estatutos, facultades, centros de investigación y en los fines de las  universidades e instituciones de educación superior, sino de dar cabida también a los agentes (profesores, estudiantes y otros elementos personales), al complejo análisis del currículo de la educación superior en todas sus diversificaciones, a las formas de enseñar y aprender, a la presencia e influencia en la sociedad de referencia donde se inserta, a las instituciones y ofertas complementarias de servicio a la comunidad universitaria, y tantos otros elementos.

El paso de una universidad de minorías a otra universidad de masas, fenómeno propio de la segunda mitad del siglo XX en adelante,  se convertirá sin duda  en una de las claves interpretativas de la historia de la educación superior en América Latina, España y Portugal.

Es cierto que las universidades son las principales instituciones de referencia dentro de la educación superior  para comprender la formación de las élites dirigentes en las sociedades del mundo iberoamericano. Ahí se forman juristas, teólogos, médicos, canonistas, farmacéuticos, economistas, pedagogos,  químicos, biólogos, lingüistas, sociólogos, traductores, politólogos, biotecnólogos, periodistas,  matemáticos, psicólogos y tantas otras profesiones de máximo nivel que van siendo demandas a lo largo de los siglos por la sociedad, el desarrollo económico y social, las administraciones, y al fin la oferta de empleo de máximo nivel.

El estudio histórico de la oferta formativa de las universidades en todas estas profesiones, y otras  ahora no citadas, orientadas a la capacitación de los profesionales que van a ejercer funciones directivas dentro de las sociedades iberoamericanas, es una de las tareas que han de ocupar a este X Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación Latinoamericana.

Sin embargo, la educación superior y la formación de las élites de ninguna forma queda restringida a las universidades. Durante varios siglos han existido, o se mantienen vigentes y en activo,  muy diferentes establecimientos docentes y educativos que han permanecido (o lo están aún) fuera de la universidad como tal, pero que han desempeñado ( o continúan haciéndolo) una función formativa y educadora respecto a élites y profesiones dirigentes en nuestras sociedades iberoamericanas.

Hay que recordar la formación de los eclesiásticos en Seminarios Diocesanos y centros de formación de las Ordenes y Congregaciones religiosas , de las diferentes confesiones. Es preciso referirse a la formación de profesores y maestros de escuela en centros específicos (las Escuelas Normales, por ejemplo). Hemos de mencionar la formación recibida en las Escuelas Militares por parte de los futuros oficiales y jefes, o la de sanitarios como enfermeros, fisioterapeutas, matronas y responsables medios y altos de la administración sanitaria. También las escuelas profesionales de juristas, estomatólogos, veterinarios,  arquitectos, aparejadores e ingenieros  industriales o agrónomos, ingenieros de caminos y minas, ingenieros aeronáuticos o informáticos, que con frecuencia permanecen fuera del circuito universitario. Asimismo, conviene recordar el papel formativo de Academias de Ciencias y Letras, o de otros campos científicos, y en general la formación profesional de alto nivel.

En suma, el estudio histórico de los procesos formativos de quienes han ejercido o ejercen una función directiva en la sociedad, ubicados bajo el genérico de grupos y elites dirigentes, es una invitación a una lectura genética y crítica de las relaciones de poder y de convivencia de nuestras sociedades iberoamericanas desde el siglo XVI hasta el presente, de su impacto en el fomento y progreso de los pueblos.